La miel pura y natural es aséptica, es un desinfectante natural. Por lo tanto, no contiene bacterias. Si aplicamos la miel natural sobre una herida actúa de desinfectante y de cicatrizante de la herida como puede ocurrir con una pomada de farmacia.
La pasteurización se utiliza para evitar la cristalización de la miel y para que ésta tenga un mejor aspecto para la venta. Lo malo de este proceso es que al exponer la miel a las temperaturas que se utilizan para este proceso ésta pierde casi todas sus propiedades pasando a ser simplemente un edulcorante.
Para que nuestro organismo se beneficie de la gran cantidad de propiedades beneficiosas que aporta la miel debemos consumir miel pura y cruda, extraída de los panales y envasada directamente por decantación sin pasar ningún otro proceso.
La miel pura normalmente cristaliza con los cambios de temperatura. La cristalización es un proceso natural de la miel que no le hace perder sus propiedades, sino que es la garantía de que la miel es pura y no esta ni pasteurizada ni adulterada.
Si no nos gusta tomar miel cristalizada solo tenemos que ponerla a baño maría teniendo muy en cuenta que el agua no debe superar los 30 grados para que no pierda ninguna de sus propiedades. Una vez derretida ya la podemos consumir en estado líquido manteniendo todas las propiedades.
Es bueno tener en cuenta que en los países europeos de nuestro entorno la mayoría de la miel se compra cristalizada ya que este estado de la miel representa la garantía de que es pura y natural. Y de que no ha sufrido ningún proceso de pasteurización o de cualquier otro tipo que pueda eliminar parte de sus propiedades.
Sería muy importante tener en cuenta este punto de manera que por lo menos una parte de la miel se pudiera comercializar cristalizada ya que para el consumidor esto representaría una de las mayores garantías de que lo que está comprando es miel pura y cruda.